O "Cómo Pasé mis Vacaciones de Verano", por el siempre demente asegurado, el Sr. Mel Gibson.
Un tipo (Mel Gibson) roba una fuerte cantidad de dinero, y acaban arrestándolo más allá de la frontera de EE.UU. y México. En la cárcel "El Pueblito" empieza a aprender lo que tiene que hacer para sobrevivir, en que posición se encuentra él y los demás presos, y con quién se tiene que juntar para poder vivir tranquilo. Lo único que se puede conseguir es a un niño de 9 años (Kevin Hernández) y a su mamá (Dolores Heredia). Ese niño le cuenta que el mero-mero de la cárcel, el dueño de todos y el que maneja todo ahí, un tipo llamado Javi (Daniel Giménez Cacho) es un alchólico de lo peor, que mató a su papá para que pudieran transplantarle su hígado, y que ahora quiere el del niño, pues el tipo de riñon que Javi necesita, y que el niño tiene, es único. El tipo se empieza a encariñar con el niño y con su madre, y por lo mismo tendrá que protegerlos de Javi, su hermano Caracas (Jesús Ochoa), dos policías que quieren conseguir dinero y muchos otros peligros, todo esto mientras también trata de escapar.
Si no fuera por Mel Gibson y el director, esta sería la típica película mexicana, en donde se muestra el verdadero rostro de la "justicia" en México y los judiciales y policías corruptos. No por eso deja de ser muy entretenida. Mel Gibson regresa después de más de un año, y lo hace perfectamente. Su trabajo en esta película es muy bueno, al igual que el del niño y su madre. Pero para mí, los que se llevan las palmas son el talento mexicano: Daniel Giménez Cacho y Jesús Ochoa, entre otros, hacen un trabajo espectacular, en una película de humor negro muy violenta. En mi muy humilde opinión, la película NO GANA PREMIOS, PERO ESTÁ MUY ENTRETENIDA. ¿Ustedes, ya la vieron? Comenten, discutan, y nos leemos pronto.
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