Robert Miller (Richard Gere) es un magnate que en la víspera de su cumpleaños 60 disfruta de una privilegiada vida profesional con su esposa Ellen (Susan Sarandon) y su hija Brooke (Brit Marling). Pero tras las apariencias, Miller está desesperado por completar la venta de su imperio antes de que se descubran una serie de manejos ilegales, y para complicar aún más las cosas, mantiene un romance con una comerciante de arte francesa. Un sangriento e inesperado error le obligará a reencontrarse con un fantasma de su pasado y a enfrentarse a los límites de su doble moral.
Esta película pasó sin pena ni gloria tanto aquí como en los EE.UU. Y yo estoy aquí para decirles que no debió de haber pasado eso. Esta película es excelente, sobre todo con las actuaciones. Richard Gere hace un maravilloso trabajo, pues al principio de la película hace que te caiga bien, pero mientras se va desarrollando y ves que su personaje se está saliendo con la suya sólo por tener el poder que tiene, hace que te caiga muy mal. Susan Sarandon, aunque sale poco, también hace un papel muy bueno. Pero el que de verdad sobresale, además de Gere, es Tim Roth, como el duro detective al que le asignan el caso de Miller. Tim Roth es, probablemente, uno de mis actores favoritos. Nunca lo había pensado así, pero en todos los papeles que hace, siempre es un maravilloso actor. La historia también es muy buena, pues el personaje de Gere se ve envuelto en miles de problemas y atrae gente a sus propios problemas, involucrándolos también a ellos. Pero aunque siempre tenga problemas por todas partes, nunca se ve atareada la película, como si no supiera para donde ir a partir de ahí. Todos los problemas son resueltos al final... bueno, no todos, pero sí tienen una conclusión (casi) satisfactoria. No sé si eso cuente como spoiler. Si sí, pues oops. La película está BASTANTE BUENA. Recomendable si les gustan las películas con mucha intriga, y Tim Roth (insisto, todos sus papeles son magníficos). Gracias y nos leemos pronto.
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